Hace unos días el Presidente Sebastián Piñera informó al país respecto del cierre de la primera fase del proceso de regularización de inmigrantes en Chile que arrojó un total de 155.707 inscritos, quienes podrán continuar el proceso para obtener una visa temporal de residencia por un año en nuestro país. Además, otros 108.550 solicitaron su normalización por vía regular, constituyendo un total de 264.257 personas.
En nuestra región el desafío para el desarrollo de esta etapa fue cumplida con creces, especialmente por lo que significó atender la alta demanda de personas en las cuatro Gobernaciones Provinciales y en las oficinas que habilitó el IPS en toda la región, llegando a una cifra de 2.442 regularizados especialmente de nacionalidad Haitiana, Venezolana y Colombiana.
Este proceso de regularización de inmigrantes permitió ordenar la casa, como ha planteado desde su inicio nuestro mandatario y así se está ejecutando. Queremos un Chile acogedor porque reconocemos el aporte que realizan miles de inmigrantes que vienen a Chile. Pero también queremos que sea de manera regulada, con las puertas abiertas para quienes ven en este país un lugar para vivir respetando nuestras leyes.
Lejos de cerrar nuestras fronteras nuestro país seguirá siendo abierto y acogedor con sus inmigrantes, pero es urgente poner orden en la casa. Por ello es que estamos poniendo en marcha todas las medidas necesarias para tener una inmigración ordenada, segura y regular, respetando los tratados internacionales.
No se trata de una ley discriminatoria, sino regulatoria y ampliamente respaldada por la ciudadanía ya que en estos últimos 10 años se estaba produciendo el crecimiento más explosivo de migración en toda la historia en el marco de la actual Ley de Migración.
Lo que viene es alentador ya que cuando esté finalizado el proceso de obtención de Visas, las personas que las hayan obtenido van a tener una cédula de identidad que les va a permitir tener contrato de trabajo, arrendar propiedades, tener cuentas corrientes en el banco y, en consecuencia, integrarse en plenitud a la sociedad chilena. Pero de aquí en adelante, todos tenemos que tener muy en claro de que los tiempos de la inmigración ilegal ya han quedado atrás y los hombres y mujeres que provienen de otros países podrán aportar al desarrollo de la región cumpliendo con sus deberes y obteniendo los beneficios que les otorga la ley porque Chile lo hemos y seguiremos construyendo entre todos.